Akira Kurosawa
Nacido el 23
de marzo de 1910 en el seno de una familia con ascendencia samurái, fue la
pintura una de sus primeras pasiones y a la que dedicó sus estudios
iniciales. Dicha disciplina tendrá influencia en la posterior carrera
cinematográfica. Sus primeros trabajos dentro del séptimo arte estarán muy
influenciados por la época que vive su país. Sus realizaciones están
controladas por el gobierno y la situación de guerra imperante, cuando no son
censuradas y controladas son directamente realizadas como propaganda
nacionalista.
Es uno de los directores más celebres de Japón, dirigió mas de 30
películas y en 1990 recibió un oscar honorífico por su trayectoria.
Akira Kurosawa era también conocido como Tenno
(literalmente, "El Emperador"), por su estilo como director. Era un
perfeccionista que dedicaba enormes cantidades de tiempo y esfuerzo para lograr
el efecto visual deseado.
Kurosawa
tuvo de aguantar, toda su vida, el calificativo de que era el más occidental de
los directores japoneses, como si se quisiese contraponer su cine al de los
otros maestros cinematográficos de su país, Kenji Mizoguchi o Yasujiro Ozu.
Quizá este apelativo sea debido a
varias razones, asociadas al cine occidental, como su afición por el cine de
género, bien de samurais, el thriller, el cine histórico, etc.; o a su afición
a las adaptaciones literarias, de obras de William Shakespeare, Fiódor M.
Dostoievski o Máximo Gorki; o a su gusto por el cine épico y espectacular. Por
otro lado es de justicia proclamar la gran influencia que sus películas han
tenido en el cine occidental, sobre todo en el norteamericano.
Como todos los grandes artistas que
en la historia han sido, Akira Kurosawa se preocupa por el hombre, por sus
filias y sus fobias, por su fortaleza y su debilidad, por sus deseos de
ambición y poder, al lado de su lucha por la dignidad y la libertad, aspectos
que jalonan toda su obra, encuadrados en los dos grandes temas del devenir humano,
como son la vida y la muerte. Todo ello ha conferido al cine de Kurosawa de un
aura de tragedia, que quizá explique su gran afinidad con las obras de
Shakespeare.
Una parte importante de su puesta
en escena reside en la importancia que da a los escenarios donde transcurren
sus historias. La mayor relevancia la adquieren cuando son exteriores
naturales, como bosques, montañas o llanuras, sobre los que se abaten
extremados agentes meteorológicos, como la lluvia, la niebla o el calor.
La formación pictórica de Kurosawa
se manifiesta, constantemente, en la composición plástica de sus películas. En
su cine en blanco y negro destaca el uso que le da a la gama de grises, que
matiza con gran sentido visual, para que sirva de adecuado soporte a la
dramaturgia de la historia que está contando.
Estamos ante un director de cine
que supo mezclar su herencia cultural japonesa con la influencia occidental que
tuvo desde joven, cosa no pocas veces criticada desde su propio país. De
sus películas, por muy lejana que pueda parecer su temática, surge un
acercamiento profundo y sincero al alma humana pocas veces visto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario