domingo, 23 de noviembre de 2014

German Ferrari
La Comunicación – principio, fin y dilema de los medios masivos


¿Podríamos vivir sin los medios de comunicación?,  algunas personas no ven televisión pero si miran películas en cine, y otros que prefieren quedarse en casa y rentar películas o escuchar la radio, aun asi  todos estamos rodeados de los medios cualquiera que sea y somos parte de ello.        
 Los intelectuales tienen una averraciónhacia la televisión pues dicen que es una caja que estupidizaa la gente pero al , al mismo tiempo atrae a grandes pensadores y investigadores para estudiar el efecto de ello.
Tenemos un odio hacia algunos medios de comunicación pero somos parte de ello, incluso se nos hace impensable en que no existan mas, es una dependencia.
Desde los inicios de los medios de comunicación, se ha originado un escepticismo hacia cada uno de ellos, desde el impreso hasta el actual; hay muchos detractores de los medios, los cuales dicen que son una perdida de tiempo, mentiras, o una moda pasajera. Sin embargo, cuando empezó la radio, se dieron cuenta algunos investigadores, como transformaba los hábitos de las personas, los cuales en familia se juntaban, para escuchar radionovelas, algunos deportes, y saber lo que pasa en su ciudad, el país y el mundo. Se dieron cuenta del poder de persuasión, y el poder de penetración que alcanzaban; como sucedió en la novela que transmitieron, la guerra de los mundos. Esto originó varios estudios y muchos investigadores.
La radio ocupó un lugar primordial para el entretenimiento, dando lugar a que los medios impresos, periódico, revistas etc. se transformaran en los medios de información periodística, y así nacieron grandes empresas de periodismo. Con el tiempo se fusionaron los noticieros en radio.
Con la entrada de la televisión, la pantalla chica, como se comenzó a llamar, algunos afirmaban que no iba a reemplazar nunca a la radio; pues en algún punto fue cierto; la televisión escasa de contenido, la cual seguía juntando a las familias enteras en su sala para escuchar los programas.
Las personas, ocupaban estos medios, para entretenimiento, y para información. En la mayoría de los casos, lo que se decía en la televisión y/o en la radio era una verdad absoluta. Si lo dicen ahí es porque es cierto. Ese fenómeno llamo la atención de todos aquellos que querían vender algo, y les funcionaba, empezaron a usarse iconos televisivos o artistas, para promocionar productos, había personas que iban a buscar el producto que promocionó tal artista, aún sin saber el nombre del producto.
El poder político también notó el poder de este tipo de medios, y empezó a ocupar un espacio importante en ellos, y a tomarlos como una herramienta básica, para sus discursos, planes y propagandas.
La televisión tuvo un auge mucho mas rápido que otros medios, y una credibilidad mas allá, con una rapidez impresionante, se fueron haciendo los americanos de su televisión. Pero eso no fue el fin de la radio, pues sigue renovándose cada vez.
Sin embargo todo esto, hacía un cambio en la cultura, pues las personas pasaban mucho mas tiempo en estos aparatos, consumiendo todo lo que les transmitieran, y creyendo todo lo que dijeran, fuera racismo, o hábitos de consumo.
Hoy en día con el internet, nos hemos encontrado con otro cambio cultural, en el que ya no se consume lo que nos presentan, si no que se busca lo que la persona quiere.
Con cada paso tecnológico, en cuanto a los medios de comunicación, habrá detractores, y personas que piensen que alguno de ellos va a dejar de existir, va a ser superado por otro; como hemos visto en la historia, no es así, cada uno se reinventa, aunque básicamente algunos generen el mismo contenido de una forma diferente, pero eso si, para publico diferente. Cada cambio genera mucho escepticismo, pero a su vez fanáticos, e investigadores, sociólogos, que quieren ver los cambios, como influencian en la sociedad. Los cambios son inevitables, y solo nos queda conocer que es lo que tenemos y como lo manejamos.

domingo, 2 de noviembre de 2014

“Telépolis” de Javier Echeverría

Echeverría propone o llama Telépolis “a la nueva forma de interacción social surgida en la segunda mitad del siglo XX, que comienza con la aparición de la televisión y culmina con la generalización de la Internet”.
Según el autor, Telépolis es una ciudad donde el tiempo y el espacio son relativos. Esta es físicamente la conjunción de todas las ciudades del mundo, donde no hay límites geográficos ni políticos, es el planeta entero interconectado a través de los medios de comunicación, donde los que más contribuyen a tejer las conexiones de esta ciudad son la televisión y la internet.

Esta gran heterogénea ciudad afecta profundamente todos los aspectos de quienes conviven en ella: los métodos de producción, las actividades de ocio, las formas de consumo, la identidad personal, la política, muchos aspectos más, sobre todo las formas de comunicación. Telépolis se crea y re-crea diariamente gracias al avance de las tecnologías en telecomunicaciones.

El modelo de ciudad de Telépolis no es nuevo, sencillamente es la adaptación del modelo que los hombres han manejado desde que se convirtieron en seres sedentarios; los esquemas se adaptan de acuerdo al ambiente. Hay tecnologías que vuelven relativo el tiempo el espacio, que hacen sentir a otros lugares del mundo tan cerca y  entonces, ¿por qué no usarlas?


¿Qué ofrece Telépolis? Ofrece principalmente libertad y un caudal de información inusitado. Se podría pensar que internet es anárquica porque los internautas hacen, virtualmente hablando, todo lo que desean y donde un control estricto es prácticamente imposible. No se acostumbra a enseñar la verdadera identidad, por lo tanto se elimina la barrera de “dañar mi imagen” si hago esta o tal cosa. Los medios de comunicación tradicionales, donde el más afectado es la prensa, dejan de ser exclusivos para la transmisión de noticias e información y pasan a ser más bien editores y profundizadores de la misma. Surge la conjunción de medios (radio, prensa, televisión y cine), todos contenidos y haciendo parte de otro medio como lo es internet. 

cuando una persona llega a Telépolis por primera vez y mientras se va desarrollando en ella, va quemando una serie de etapas. Por ejemplo, en la adolescencia nos preocupamos por vestirnos bien para agradar a alguien, haciendo el contraste, al llegar un nuevo e inexperimentado miembro, lo primero que hace es adquirir su e-mail, ingresar a cuanta sala de chat telepolitana encuentre en su ciberrecorrido y empezar a manejar varios alias hasta encontrarse con el que verdaderamente se identifica y se siente bien. 
Telépolis es parte de la evolución humana y quien no se adapte, está condenado a desaparecer.